Se reactiva el comercio de frontera

El paso fronterizo de Fuentes de Oñoro y Vilar Formoso sigue constituyendo uno de los más importantes focos comerciales de la frontera hispano-lusa. Como en otros puntos de La Raya, españoles y portugueses se han sentido tradicionalmente atraídos por las diferencias en el precio de determinados productos a un lado y a otro de la frontera, o por la variedad de productos. Y ello a pesar de que los precios se han ido igualando, como evolución lógica de los mercados internacionales.

El tradicional trasiego comercial transfronterizo entre Fuentes de Oñoro y Vilar Formoso es ya más por la variedad de productos que por la diferencia de precios.

Hay excepciones. En la actualidad, los impuestos hacen que el gas prácticamente duplique el precio de un lado a otro de la frontera, situándose la bombona de gas butano con un coste medio de 33 euros en Portugal, y algo por debajo de los 17 euros en España. Esta enorme diferencia hace que para un portugués residente en la zona más próxima a la frontera sea muy rentable hacer unos pocos metros más para conseguir un gran ahorro para las finanzas de los hogares.

Algo parecido ocurre con los combustibles para la automoción. En Portugal, los precios medios se sitúan por encima de 1,8 euros por litro (para la gasolina 95) y rozando los 1,7 euros para el gasóleo, mientras en las áreas de servicio del lado español, se reducen hasta 1,5 euros para la gasolina y cerca de 1,4 euros para el gasóleo.

Esta significativa diferencia en los precios de los combustibles beneficia a Fuentes de Oñoro. Por una parte, porque el viajero internacional aprovecha para llenar el depósito antes de entrar en Portugal. Por otro, porque muchos de los portugueses que cruzan la frontera para repostar, aprovechan para realizar compras de otro tipo de productos.

El mercado de la covid-19

Durante los últimos meses de 2021, hubo cierto tránsito de españoles hacia Portugal para adquirir los test de antígenos de autodiagnóstico del coronavirus, debido a que el precio en Portugal estaba hasta cuatro veces más bajo que en España, y se podía adquirir fuera de las farmacias. Pero al fijar España el precio máximo en 2,94 euros por test desde mediados de enero de 2022, desaparece la diferencia.

Los test de antígenos eran un producto buscado en Portugal hasta que el Gobierno español fijó un precio máximo

Los habitantes de la comarca de Ciudad Rodrigo y los vecinos de Vilar Formoso-Almeida continúan atravesando la Raya, pese a que se hayan reducido las tradicionales diferencias en los precios para un mismo producto en la cesta básica de la compra. La costumbre pesa, y así los portugueses siguen comprando la carne en España, mientras que los españoles recurren a las tiendas lusas para aprovisionarse de café o de los textiles.

CON INFORMACIÓN DE La Gaceta Regional

IMAGEN: Mercadona

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