Destino EF: Rutas para ver el almendro en flor

La flor del almendro vuelve a adelantarse a la primavera. Desde hace días, colores que varían entre el blanco y el rosado, según las variedades, se pueden observar en multitud de lugares del Espacio Fronteira. Son los almendros autóctonos han florecido en parques, cunetas, caminos o en extensiones más amplias de terreno en el campo. Otra cuestión son las plantaciones con carácter exclusivamente productivo, cuya floración es más tardía con el objetivo de sortear las heladas.

La floración de los almendros es un evento natural más propio de la primavera, pero las altas temperaturas permiten que se pueda disfrutar ya en la península ibérica.

La Fregeneda (Salamanca)

En la provincia de Salamanca, en la confluencia de los ríos Duero y Águeda, haciendo frontera con Portugal, se encuentra la localidad de La Fregeneda rodeada de un mar de almendros que ya están en flor.

En 2024, por primera vez, se celebra la marcha “Los almendros en flor” en el Parque Natural Arribes del Duero, una iniciativa para dar a conocer el entorno de esta localidad rayana y observar la incipiente floración. Se trata de un recorrido de dificultad media-baja de 10 km que parte de La Fregeneda, atraviesa parte del GR14 y realiza el último tramo a través de la senda del Duero. Termina en el muelle fluvial internacional de Vega Terrón.

Además, el primer domingo de marzo, La Fregeneda acoge el Día del Almendro, una fiesta convertida en tradición que recuerda la antigua costumbre de cantar “las marzas” con el final de febrero y el comienzo de marzo.

Además de contemplar la belleza del paisaje natural en esta época del año, el programa festivo incluye diversas actividades y un mercadillo portugués. Este se celebra en Barca d’Alva, tras recorrer la antigua vía férrea. A mediados del siglo pasado, era costumbre abrir la frontera ese día. Muchos vecinos de La Fregeneda acudían a Barca d´Alva para adquirir productos portugueses y comer junto a la plaza, tradición que se mantiene hasta nuestros días.

Febrero, mes de las “amendoeiras”

Son incontables las localidades del Alto Douro, del Douro Superior y de Trás-os-Montes donde, en febrero, los almendros son protagonistas de un espectáculo de la máxima belleza, al que podemos asistir de forma gratuita. Muchas de ellas, celebran este acontecimiento con fiestas que trascurren desde mediados de febrero hasta primeros de marzo.

En los meses de febrero y marzo, de Barca d´Alva a la Terra Quente Trasmontana, se abre una panorámica en rosa y blanco sobre fondo negro.

En pleno parque natural del Douro Internacional, el viajero puede ascender hasta el Alto da Sapinha, en Barca d´Alva; continuar por la aldea histórica de Castelo Rodrigo, con el manto de flores extendido a sus pies; atravesar la localidad de Almendra (del municipio de Vila Nova de Foz Côa), donde la carretera se mezcla con el adoquinado de la villa y las ramas de los almendros, cargadas de flores, sobrepasan los muros de los jardines residenciales. Zigzaguear hasta la ermita de S. Gabriel permite admirar una vista de toda la región, desde la Serra da Marofa, hasta el Santuario de Nª Sª da Asunção, en Vila Flor.

Al visitar las ruinas de la fortaleza de Castelo Melhor, el viajero se enfrenta a la rudeza del paisaje duriense en Vila Nova de Foz Côa, y, tras coger la carretera EN222 hacia São João da Pesqueira, se adentra en el corazón del Duero portugués.

Abundan en esta región portuguesa sinuosas carreteras que llevan a puntos elevados, dominados por una ermita, una capilla o un altar. Desde estas impresionantes atalayas, como la de São João da Pesqueira, se avista la desembocadura de alguno de los muchos afluentes del gran río ibérico que es el Duero-Douro, al que prestan caudal y personalidad, como el río Côa, el Sabor, el Pinhão, el Corgo, el Tua, el Távora o el río Torto.

El almendro, un cultivo en expansión

El almendro se cultiva en Castilla y León desde hace más de cien años, de manera muy localizada en comarcas como Arribes del Duero (Salamanca), el Bierzo (León) o Ágreda (Soria). Las nuevas variedades tardías y extra tardías han propiciado su desarrollo en zonas en las que antes su cultivo era impensable, sumando hectáreas, sobre todo, en las provincias de Valladolid y Zamora.

A pesar de no ser aún un cultivo mayoritario, el sector agrícola de Castilla y León apuesta por incrementar año tras año la superficie destinada al cultivo del almendro. Este fruto seco permite a los profesionales apostar por producciones mecanizables, rentables y variedades más resistentes. El almendro supone un ahorro en el uso del agua y de fitosanitarios, y responde a la necesidad de la agricultura de adaptarse a las consecuencias del cambio climático.

En los últimos años, se observa un aumento de las hectáreas dedicadas a almendros y otros frutos secos, como alternativa a otros cultivos menos rentables.

Si bien las heladas y las bajas temperaturas representan grandes desafíos para los almendros, la innovación y el tratamiento de semillas han logrado desarrollar variedades cada vez más resistentes a los fríos inviernos del Oeste peninsular. En algunas provincias, el cultivo de almendro se ha convertido en una alternativa al cereal, ya que requiere poca mano de obra y todo el proceso está prácticamente automatizado, además de ser más rentable.

Uno de los requisitos para garantizar una buena producción es que la tierra tenga poca cal, ya que puede resultar perjudicial. Por ello, basta con un terreno normal que reciba una pequeña proporción de arcilla. Además, a pesar de ser un cultivo de regadío, no necesita grandes cantidades de agua para prosperar.

CON INFORMACIÓN DE www.salamancartvaldia.es

IMAGEN: La Fregeneda (Salamanca). (FOTO: Gaceta Regional)

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