En verano, los viajes por carretera suelen asociarse a destinos playeros. Sin embargo, en Portugal, la ruta más larga -y, para algunos, la más antigua- del país se encuentra en realidad en el interior, escondida a plena vista del ajetreo veraniego: la ruta Estrada Nacional 2. En España, la ruta Vía de la Plata, otrora vía romana, es un itinerario moderno y turístico que discurre paralelo a la frontera portuguesa a lo largo de casi 900 kilómetros.
Vía de la Plata
La carretera de Gijón a Puerto de Sevilla o N-630 es actualmente, según el catálogo de la Red de Carreteras del Estado, la carretera nacional más larga de España y una de las que más tránsito acoge. Recibe el nombre de Ruta de la Plata porque parte de su trazado discurre por localidades de la Vía de la Plata romana (el itinerario XXII de Antonino Caracalla), que conectaba Emerita Augusta (Mérida) con Asturica Augusta (Astorga). Tras afianzar este camino, el Imperio romano prolongó esta calzada hasta Sevilla en el sur y Gijón en el norte para encontrar dos salidas al mar.
La alternativa a la N-630 completamente desdoblada es la autovía Ruta de la Plata A-66 (gratuita) y la autopista de peaje AP-66 del mismo nombre entre La Virgen del Camino (León) y Campomanes (Asturias).
Todo nace, pues, en una calzada hecha con losas de piedra, que nada tuvo que ver con la plata, aunque sí sirvió como eje comercial de territorios ricos en metales, como oro y estaño. Por la Vía de la Plata circularon mercancías, tropas, comerciantes y viajeros en un continuo tránsito que favoreció la difusión de la cultura romana, su lengua y modos de vida, a la vez que facilitaba el control del territorio. Por ella, Roma pudo conquistar a los púnicos, y por ella penetró en sus duras luchas contra los lusitanos.
Aunque el dominio romano se derrumbase en Hispania en el siglo V, el trazado de la Vía de la Plata marcó el avance de las reconquistas, la repoblación de territorios, y sirvió para delimitar términos. La antigua calzada, hoy Ruta Vía de la Plata, sigue siendo vía principal del oeste peninsular. Atraviesa España de norte a sur a lo largo de más de 800 kilómetros, pasando por cuatro comunidades autónomas (Asturias, Castilla y León, Extremadura y Andalucía) y siete provincias.
En Castilla y León, la Ruta Vía de la Plata entra en la Maragatería leonesa, atraviesa las capitales de Zamora y Salamanca, se adentra en la dehesa salmantina, y abandona esta provincia por la Sierra de Béjar, antes de seguir camino a Extremadura.
La Ruta Vía de la Plata es hoy un gran espacio geográfico repleto de parajes naturales y ciudades históricas que, gracias a su singular trazado, se convierte en una ruta de gran interés turístico, aprovechado por cicloturistas, moteros y aficionados a la autocaravana. Es un itinerario que aglutina un sinfín de atractivos: gastronomía, contrastes paisajísticos, patrimonio, diversidad cultural, magnífica oferta de servicios, buen asfalto…
Patrimonio cultural
La impronta romana se sucede a lo largo del itinerario: encontramos restos arqueológicos en prácticamente todas las paradas (destacando la ciudad de Mérida) y, en la vía propiamente dicha, se conservan tramos empedrados del pavimento original y multitud de piedras miliares. Hay que sumar también un importante legado árabe, el prerrománico asturiano, el esplendor del románico en Zamora, el gótico y el barroco en Salamanca y Sevilla, … y así hasta llegar a la arquitectura contemporánea que se ha convertido en otro de los protagonistas de la ruta.
Patrimonio natural
La diversidad natural es también enorme. Los paisajes cambian a cada paso y la riqueza ecológica acompañará al viajero a lo largo de 800 kilómetros, en los que pasará por zonas marítimas, cursos fluviales, valles y montañas.
De punta a punta, la ruta atraviesa tres Reservas de la Biosfera, dos en Castilla y León (Alto Bernesga, y Sierra de Béjar y Francia) y una en Extremadura, y dos Parques Nacionales, el de Doñana en Sevilla y el de Monfragüe en Cáceres. Todo ello, junto a su riqueza floral y su variada fauna, hace que la Vía de la Plata también ofrezca un importante aliciente para los amantes del turismo de naturaleza.
Diversidad gastronómica
A lo largo de la ruta encontramos más de 60 productos con denominación de origen, indicación geográfica o marca registrada, símbolos del valor gastronómico de la Vía de la Plata.
A los atractivos del paisaje cambiante y los sitios declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco que ofrece la N-630 (entre otros, las ciudades de Mérida, Cáceres y Salamanca), se suman alicientes para el viajero como el Pasaporte de la Ruta, una tarjeta promocional y unipersonal que permite a los viajeros obtener ventajas en establecimientos colaboradores a lo largo del itinerario.
Estrada Nacional 2
Apodada la Ruta 66 de Portugal, varios tramos de la Estrada Nacional 2 (N2 o EN2) tienen su origen en las principales calzadas romanas de Lusitania. Sin embargo, el proyecto de realizar una gran carretera que recorriera el país de extremo a extremo surgió durante el régimen dictatorial del Estado Novo (1931-1974).
La EN2 fue creada por el Plan Nacional de Carreteras de 1945, en su mayor parte, como resultado de la renumeración de carreteras existentes, si bien algunos tramos se construyeron en las décadas siguientes. Durante muchos años, la EN2 se erigió como una de las vías más importantes del país, pero poco a poco fue siendo relegada por otras carreteras más rápidas y directas que mermaron su importancia económica.
Recorrer Portugal de norte a sur por una única carretera es posible. La EN2 serpentea por la espina dorsal de Portugal, uniendo, a lo largo de 739 kilómetros, las localidades de Chaves (al norte) y Faro (al sur).
Con una longitud de 739 km, la N2 es la carretera estatal más larga y atraviesa Portugal de norte a sur, “cortando” el país por la mitad entre el este y el oeste. Su recorrido comienza en Chaves, en el Norte de Portugal, cerca de la frontera con España, y finaliza en Faro, en el Algarve, junto al Océano Atlántico. Es la única que recorre el territorio nacional de extremo a extremo.
La EN2 incluye cuatro cadenas montañosas, once ríos y una treintena de municipios como Coimbra, Évora o Faro.
La ruta EN2 ofrece una gran cantidad de visitas turísticas en una distancia corta. Esto significa que es posible recorrerla en coche, bicicleta, moto, autocaravana o incluso a pie. Sea cual sea la forma elegida, se invita al viajero a dirigirse al puesto de turismo más cercano para adquirir el pasaporte, que podrá sellar en cada una de las regiones de la ruta.
Es un trayecto perfecto para descubrir la cultura y el paisaje portugueses en toda su autenticidad. Desde los viñedos y las regiones montañosas del Norte, hasta los pueblos de esquisto del Centro y las ciudades encaladas del Alentejo, la EN2 ofrece un abanico de vistas y experiencias para satisfacer los gustos de todos los viajeros.
Portugal, de norte a sur
El viaje comienza (km 0) en Chaves. Esta es una zona de montañas, rica en aguas termales como las de Chaves, que ya los romanos utilizaban, o las de Vidago y Pedras Salgadas, con un encanto que permite viajar por el tiempo hasta la Belle Époque.
La carretera continua por Vila Real, Santa Marta de Penaguião y cruza el Alto Douro Vinícola; un paisaje único, clasificado como patrimonio mundial por la UNESCO, la más antigua zona vinícola demarcada del mundo.
La carretera cruza el Río Duero y sigue hasta Lamego, ciudad histórica y de paso obligado por los escenarios de una de las más importantes romerías del país. Más hacia el sur, en el corazón de otra zona vinícola demarcada (el Dão), Viseu guarda tesoros artísticos imperdibles.
La EN2 sigue su camino por la región Centro, pasando por pueblos como Tondela, Penacova, Lousã y Sertã, donde existen muchas playas fluviales, verdaderos oasis de frescura durante los calurosos días de verano. Pero el verdadero centro geodésico del país está marcado por un miliario, el Picoto da Melriça en el municipio de Vila de Rei, un sello imperdible para el pasaporte.
En Abrantes, la última población al norte del río Tajo, se invita al viajero a subir hasta el castillo para contemplar las vistas infinitas que abarcan una gran parte del río y se alargan hasta Beira Baixa, Alentejo y Ribatejo.
Al sur del Tajo se encuentra el Alentejo; una región de enormes planicies salpicadas de alcornoques, cuyo producto (el corcho) domina la economía regional. Después de atravesar once distritos y 35 municipios, la EN2 llega a su fin en Faro, la capital del Algarve, con vistas al mar.
IMAGEN: Pasaporte Rota Estrada Nacional 2.