Zamora festeja la tradición de Portugal y España

El Festival de la Máscara de Zamora se ha convertido, con el paso de los años, en un punto de encuentro para los amantes del folclore y la cultura tradicional del oeste peninsular. El pasado 5 de octubre, se ha celebrado la XIII edición, que ha reunido a una treintena de mascaradas tradicionales de España y Portugal, y atraído a cerca de 400 participantes.

El XIII Festival de la Máscara de Zamora atrae a grupos de amplias zonas de la Raya central ibérica, consolidando las mascaradas como uno de los patrimonios culturales más vibrantes y significativos de la Península Ibérica.

Desde la región Norte de Portugal, once mascaradas de Braganza, Mogadouro, Macedo de Cavaleiros y Miranda do Douro, participaron en la celebración. Entre los destacados se encuentran la Associação Caretos de Grijó de Parada y el trío de mascarados constituido por “a Morte, o Diabo e a Censura”, ambos de Braganza, que aportaron su misticismo y simbolismo ancestral. También estuvieron presentes los famosos Chocalheiro de Bemposta y Os Velhos de Bruçó, representaciones cargadas de rituales de purificación y renovación.

Además, por vez primera, participaron las mascaradas de Miranda do Douro, con su Festa do Menino Jesus de Vila Chã de Braciosa, y el grupo de pauliteiros, cuyas danzas con bastones y trajes tradicionales son un emblema cultural de la región.

La provincia de Zamora, como gran epicentro de estas tradiciones, estuvo representada por quince mascaradas, incluyendo figuras icónicas como el Zangarrón de Sanzoles, y el Atenazador de San Vicente de la Cabeza. Entre las más destacadas se encuentra la Filandorra de Ferreras de Arriba, y la Obisparra de Pobladura de Aliste, que representan personajes de leyendas populares que transmiten la lucha entre el bien y el mal, el paso del tiempo y la celebración del nuevo ciclo agrícola.

Zamora presentó figuras tradicionales como los Cencerrones de Abejera, Tafarrón y Madama de Pozuelo de Tábara, y la Vaca Bayona de Almeida, todas con una rica carga simbólica que conecta con la vida rural y las antiguas creencias.

A las mascaradas zamoranas se sumaron cuatro más, provenientes de León y Cáceres. Entre ellas, los Jurrus y Castrones de Alija del Infantado (León), y el famoso Jarramplas de Piornal (Cáceres), que simboliza el castigo al traidor y cuyos participantes son golpeados con nabos en una tradición milenaria. También estuvieron presentes las cacereñas las Carantoñas de Acehúche y el Jurramacho de Montánchez, ambas cargadas de simbolismo y misteriosas leyendas.

CON INFORMACIÓN DE www.zamora24horas.com

IMAGEN: La Vaca Bayona, de Almeida (Zamora), durante el desfile. (FOTO: www.zamoranews.com)

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