España y Portugal se han comprometido, en la XXV reunión plenaria de la Comisión para la Aplicación y Desarrollo del Convenio de Albufeira (CADC) celebrada el pasado 26 de septiembre en Madrid, a poner en práctica un nuevo acuerdo de gestión que evite vaciar los embalses de Salamanca cuando falta agua en Portugal y aunque estemos en sequía.
Se cumplen 25 años de la firma del Convenio de Cooperación para la Protección y el Uso Sostenible de las Aguas de las Cuencas Hidrográficas Luso-Españolas, conocido como Convenio de Albufeira (1998). Tiene como objetivo la protección de las aguas y el aprovechamiento sostenible de las cuencas hispano-portuguesas Miño, Limia, Duero, Tajo y Guadiana
Los nuevos términos del acuerdo tratan de evitar el daño ecológico que se causa cuando España apura los tiempos para traspasar agua a Portugal y acaba teniendo que enviar lo que está obligado, pero de golpe. Es lo que ocurrió durante 2022 cuando hubo que cumplir con las cuotas pactadas y soltar al cauce millones de litros de agua que salieron del embalse de Almendra, lo que supuso cortes de agua y problemas en municipios de Zamora y Salamanca, además de dejar el pantano en su nivel más bajo en años.
En la XV reunión plenaria de la CADC se ha acordado un régimen de caudales de carácter mensual, cambiando los métodos de gestión de los recursos hídricos compartidos para cumplir con los desembalses. Se atiende así a la realidad impuesta por el cambio climático y sus consecuencias, es decir, sequías cada vez más frecuentes y menos coyunturales.
Caudales mensuales y diarios
La forma de conseguirlo consiste en fijar la obligación de mantener caudales ecológicos que respeten las condiciones de ríos y pantanos todo el año, acorde a la estación que corresponda, y adaptar los envíos a esa realidad y las necesidades ecológicas y no a los calendarios anuales o trimestrales.
En 2024, España y Portugal han acordado un régimen de caudales de carácter mensual en el tramo final del Guadiana, en la sección de Pomarão, así como un caudal diario desde la presa de Cedillo para el mantenimiento de los caudales circulantes del río Tajo. Estos nuevos criterios fijados para Guadiana y Tajo se aplicarán al resto de demarcaciones (Duero y Miño).
Además, se ha puesto en pleno funcionamiento el intercambio de datos hidrológicos para la gestión de inundaciones a través de un protocolo que se ha implantado en las cuatro demarcaciones hidrográficas compartidas y en el que ambas partes remiten y reciben en tiempo real los datos señalados, lo que permite mejorar la coordinación ante fenómenos meteorológicos extremos.
¿Qué pasó en 2022?
El actual convenio de Albufeira define un régimen de caudal integral anual y un régimen de caudal trimestral para cada estación de control. En las estaciones de Miranda (Duero en Portugal), Saucelle y Águeda (Duero en España) y Cedillo (Tajo en España) se a establece también un régimen de caudales mínimo semanal.
En la actualidad, España puede pasar largos períodos sin soltar cantidades significativas de agua como parte de este convenio y, después, para cumplir con las cuotas acordadas, hacer grandes descargas y perjudicar a la fauna y los ecosistemas.
Con los nuevos criterios, el trasvase de agua se haría de forma que respete la naturaleza del clima y de los cauces, evitando los daños que puede suponer el envío repentino de grandes cantidades o la disfunción que supone tener que sacar agua en momentos de gran escasez. La idea es cumplir con los envíos de forma progresiva y evitar aquellas imágenes del ‘secado’ de Almendra.
En septiembre de 2022, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de España, ordenó el trasvase de agua a Portugal para cumplir el convenio de Albufeira. Cuando empezó el paso de agua, albergaba 867 hm3 en reservas. Lo previsto era enviar 400 hm3 para cumplir con el convenio (no se había enviado nada de los 1.000 hm3 pendientes de aquel año), pero el día 27 de septiembre se decidió parar cuando se habían enviado 200 hm3.
Cuando terminó, el volumen había bajado hasta los 663 hm3 y dejó muy tocadas las reservas del embalse, en uno de sus niveles más bajos en años. Haber bajado más hubiera comprometido el suministro de agua, de hecho, en la provincia de Zamora hubo que hacer una nueva toma para abastecer a varios municipios porque al bajar el nivel del agua la toma existente no servía.
El pantano tardó más de un año en recuperar los niveles previos. No fue hasta diciembre de 2023 cuando recuperó los cerca de 900 hm3 que albergaba antes del trasvase.
CON INFORMACIÓN DE www.salamancahoy.es
IMAGEN: El embalse de Almendra (Salamanca), en un episodio de sequía. (FOTO: ICAL)