El primer ministro de Portugal, António Costa, ha presentado el plan de desconfinamiento de Portugal, que permitirá la reapertura gradual a partir de Semana Santa, fecha hasta la cual los portugueses deberán seguir confinados y la frontera terrestre con España cerrada.
Costa explicó que a pesar de que la situación de la pandemia de coronavirus a ambos lados de la frontera ha mejorado y podría permitir su apertura, se ha optado por mantener cerrada la frontera terrestre con España hasta después de Semana Santa, para evitar los habituales desplazamientos durante ese período vacacional, y “por acuerdo con España”
El paso por la frontera terrestre entre Portugal y España está restringido desde el 31 de enero y solo se permite cruzar en casos muy excepcionales, como transporte de mercancías, trabajadores transfronterizos o el regreso de nacionales.
El cierre de la Raya afecta especialmente a las localidades limítrofes. Debido a que solo se puede cruzar por los pasos autorizados de norte a sur de la frontera, algunos abiertos 24 horas y otros con limitación horaria, son muchos los vecinos y trabajadores transfronterizos que se topan con grandes bloques de cemento que impiden el paso de vehículos en los pasos no autorizados. Esto supone desviarse hasta un centenar de kilómetros para pasar por los únicos pasos habilitados para tareas cotidianas, como ir a trabajar, atender a familiares, acudir a consultas médicas o a realizar compras y otras gestiones.
La incertidumbre reina entre muchos vecinos de localidades fronterizas. En los accesos por carretera, aunque es posible cruzar a pie entre las barreras que impiden el paso de vehículos, los vecinos lo evitan por temor a las multas. El paso a pie está también prohibido en los caminos vecinales, libres y desatendidos, incluso para los trabajadores transfronterizos.
Situación en Portugal
El plan portugués de desconfinamiento permitirá la reapertura gradual del país, muy afectado por la tercera ola de la pandemia. A día de hoy, Portugal se encuentra por debajo de la línea de riesgo que los especialistas están de acuerdo en señalar como aceptable, pues presenta un nivel de 105 nuevos casos por cada 100.000 habitantes. Aún así, la situación sigue siendo peor que cuando el pasado 11 de septiembre se decretó el primer estado de alarma, y que el 4 de mayo cuando comenzó el primer desconfinamiento.
Las medidas impuestas por el Gobierno luso son para garantizar que Semana Santa no es un momento para desplazarse, sino por el contrario, un momento de confinamiento. El teletrabajo continuará siendo obligatorio siempre cuando sea posible, y los establecimientos deberán estar cerrados a las 21.00 horas (a las 13.00 horas en fin de semana o festivo).
Desde que comenzó la pandemia, oficialmente hace ahora un año, Portugal, con 10 millones de habitantes, acumula 16.635 muertes y 812.575 contagios de coronavirus.
Las escuelas infantiles y los primeros cursos de educación primaria se reabrirán a partir del 15 de marzo, junto con algunos negocios (como peluquerías, librerías y concesionarios). A partir del 5 de abril, podrán reabrir las escuelas de segundo y tercer ciclo, aquellos negocios a pie de calle con superficie inferior a 200 metros cuadrados, museos y establecimientos hosteleros que dispongan de terraza. El 19 de abril, será el turno de los centros educativos de educación secundaria y superior, los teatros, cines, salas de conciertos, las tiendas de los centros comerciales, mientras que los establecimientos de hostelería podrán volver a dar servicios en el interior.
En la última fase del desconfinamiento, a partir del 3 de mayo, los restaurantes y el resto de locales de hostelería volverán a operar sin limite de horario, aunque se mantendrán la limitación de aforos, mientras que los grandes eventos en el exterior podrán contar una capacidad del 50%.
IMAGEN: Paso bloqueado entre Navasfrías (Salamanca) y Portugal. Casamar para Gaceta Regional.
