Las cuencas hidrográficas compartidas de España y Portugal: el Convenio de Albufeira

La frontera terrestre entre España y Portugal, la más larga entre dos países de la Unión Europea, recorre 1.214 kilómetros. La frontera entre ambos países corresponde en un 61 por ciento de su longitud a cursos de agua; los ríos transfronterizos constituyen una parte muy importante de la Raya al discurrir por unos 400 kilómetros fronterizos.

Las características físicas e hidrográficas de la Península Ibérica determinan que España y Portugal compartan cinco cuencas hidrográficas: Miño, Limia, Duero, Tajo y Guadiana, lo que representa un 45 por ciento de la superficie de la Península Ibérica. Esto supone un 64 por cierto del territorio continental de Portugal y un 42 por ciento de la superficie española.

El 30 de noviembre de 2023, se cumplieron 25 años de la firma del Convenio de Albufeira para la protección de las aguas y el aprovechamiento sostenible de las cuencas compartidas en España y Portugal.

¿Qué es el Convenio de Albufeira?

El Convenio sobre Cooperación para la Protección y el Aprovechamiento Sostenible de las Aguas de las Cuencas Hidrográficas hispano-portuguesas, más conocido como Convenio de Albufeira, debido a su firma en la localidad lusa, es un instrumento de cooperación transfronteriza entre España y Portugal, referencia en la planificación y gestión de los recursos hídricos luso-españoles. Fue firmado el 30 de noviembre de 1998 por ambos países, en el marco de la XV Cumbre Luso-Española, con el objetivo de coordinar la administración y el uso de las aguas de las cinco cuencas hidrográficas que comparten: Miño, Limia, Duero, Tajo y Guadiana.

El Convenio de Albufeira, que nació incluso antes de la aprobación de la Directiva Marco Europea del Agua, tiene una marcada perspectiva ambiental, superando con ello el enfoque utilitarista de tratados e instrumentos hispanoportugueses previos, que se centraban en el reparto del potencial aprovechamiento económico de las aguas. 

Esta alianza se establece para coordinar las acciones necesarias entre ambos países, para promover y proteger el buen estado de las aguas superficiales y subterráneas, para llevar a cabo un aprovechamiento sostenible de las aguas y para mitigar los efectos de las inundaciones y de las situaciones de sequía o escasez, cada vez más frecuentes y extremas debido al cambio climático. Con este objetivo, el acuerdo establece el marco para definir el régimen de caudales necesario que garantice el buen estado de las aguas y los usos, tanto actuales como futuros, de las cuencas hidrográficas de los ríos implicados.

El Convenio entró en vigor el 17 de enero de 2000, y se revisó en 2008 con el fin fundamental de introducir algunas mejoras sobre el régimen de los caudales, considerando no solo criterios geográficos, hidrológicos o climáticos de las cuencas, sino también las necesidades de agua para asegurar su buen estado. La Comisión Bilateral para la Aplicación y Desarrollo del Convenio (CADC), que se reúne anualmente de forma ordinaria, es el órgano de cooperación para la consecución de los objetivos del Convenio. 

Las implicaciones del Convenio de Albufeira

Los propósitos de protección del Convenio de Albufeira abarcan tanto las aguas superficiales como las subterráneas, así como los ecosistemas acuáticos y terrestres que directamente dependan de ellas. Este acuerdo establece que cada Estado administrará sus sistemas de agua para garantizar un flujo mínimo en ciertas secciones de los ríos, llamadas ‘estaciones de control del régimen de caudales’.

Se establecen caudales para periodos anuales, trimestrales y semanales, excepto en ‘periodos de excepción’ que también están regulados en el Convenio. Estos periodos de excepción se refieren a situaciones de bajas precipitaciones en comparación con el promedio histórico. De este modo, España debe entregar volúmenes anuales, trimestrales y semanales. Los volúmenes a entregar trimestralmente cambian a lo largo del año, ajustándose a la variabilidad estacional de las precipitaciones.  

El acuerdo contempla también un protocolo para compartir datos hidrometeorológicos en tiempo real, junto con el seguimiento mensual de la situación en las cuencas hidrográficas compartidas.

¿Qué son las cuencas hidrográficas internacionales?

Según la definición establecida en la Directiva Marco del Agua, las cuencas hidrográficas son superficies de terreno cuya escorrentía superficial fluye en su totalidad a través de una serie de corrientes, ríos y lagos hacia el mar por una única desembocadura, estuario o delta. Estas áreas se consideran indivisibles y abarcan las aguas de transición y costeras. 

Las cuencas hidrográficas internacionales son cuencas donde las aguas fluyen a través de dos o más países, de manera que los cursos de los ríos, arroyos y afluentes que forman parte de estas cuencas atraviesan varios países. Por tanto, dado que el agua de estas cuencas es compartida, su gestión implica un enfoque cooperativo entre los países involucrados para gestionar los recursos hídricos de manera sostenible y equitativa.

La Demarcación Hidrográfica Internacional del Duero, la más extensa de la península con una superficie total superior a 98.000 km², de los cuales el 80 por ciento se sitúan en España y el restante 20 por ciento en Portugal. Comprende el territorio de la cuenca hidrográfica del río Duero, así como las aguas de transición en el estuario de Oporto, y sus cuencas atlánticas asociadas.

Los organismos de cuenca, denominados Confederaciones Hidrográficas, en España, y Administrações da Região Hidrográfica, en Portugal, están al frente de las cuencas hidrográficas y se encargan de la gestión del agua de las cuencas. Así, desempeñan un papel fundamental en la planificación hidrológica, la administración y control del dominio público hidráulico y de los aprovechamientos, las concesiones de derechos de uso privativo del agua, el proyecto y ejecución de nuevas infraestructuras hidráulicas, el control del estado y la calidad de las aguas, entre otras cosas.

Cuencas internacionales vinculadas al Convenio de Albufeira

  • Cuenca hidrográfica del Miño-Limia. En febrero de 2007 quedó definido el ámbito territorial de las Demarcaciones Hidrográficas, y en el ámbito de actuación de la Confederación Hidrográfica del Norte, se incluyeron las Demarcaciones Hidrográficas Miño-Limia y Norte. En el año 2008, con la creación de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, la Demarcación Hidrográfica de este Organismo de Cuenca pasó a denominarse Miño-Sil, cuya parte española abarca 7 provincias, pertenecientes a Galicia, Castilla y León y Asturias, con una extensión total de 17.582 km². La entrega de caudales se controla en una única sección, el salto de Frieira.
  • Cuenca hidrográfica del Duero. La demarcación hidrográfica internacional del Duero es la más extensa de la Península Ibérica con 97.479 km², de los cuales 78.891,38 km² se sitúan en España (80,93%) y 18.587,85 km² en Portugal (19,07%). Comprende el territorio de la cuenca hidrográfica del río Duero, así como las aguas de transición en el estuario de Oporto. Si se incluyen las cuencas costeras atlánticas asociadas a la región portuguesa (19.155 km²) se alcanza una superficie total de 98.073 km². El propio río Duero hace de frontera entre ambos países a lo largo de 100 Km. Las estaciones de control del régimen de caudales se localizan en la presa de Miranda (curso medio del Duero, en Mirada do Douro), la presa de Bemposta (curso medio del Duero, en Mogadouro), la presa de Saucelle (curso medio del Duero, en la frontera de Saucelle -Salamanca- con Portugal) y estación hidrométrica del río Águeda; y la presa de Crestuma (en el distrito de Oporto, última presa del río Duero antes de su desembocadura en el Atlántico).
  • Cuenca hidrográfica del Tajo. Presenta una forma alargada, y se extiende de este a oeste. Esta cuenca abarca una superficie de 81.447 km², de los cuales el 68% corresponde a territorio español y el 32% a territorio portugués. La entrega de caudales se controla en dos secciones: el salto de Cedillo y la estación hidrométrica Ponte de Muge.
  • Cuenca hidrográfica del Guadiana. Tiene una superficie total de 67.129 km². De este total, la zona española comprende 55.508 km² y la parte portuguesa, 11.621 km². Para controlar la entrega de caudales a Portugal, se monitorean dos puntos específicos: el Azud de Badajoz y la estación hidrométrica de Pomarão.

TEXTO ORIGINAL: Iberdrola España.

IMAGEN: Río Duero a su paso por Saucelle (Salamanca), con la vista del salto y central hidroeléctrica, y del mirador panorámico, antes de adentrarse en Portugal.

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