El conjunto de bienes culturales que forman parte del patrimonio cultural de las regiones Norte y Centro de Portugal, y Castilla y León, es realmente extenso. Para dar a conocer esta riqueza, se ha editado un mapa para descubrir y conocer aquellos monumentos declarados por la Unesco como bienes patrimonio de la humanidad. La edición corresponde a la Junta de Castilla y León, y cuenta con el apoyo del FEDER a través del Programa Operativo INTERREG V-A España-Portugal (2014-2020).
El mapa, en formato pdf de gran calidad, está disponible en la sección “Mapas” de la Biblioteca de esta web.
La Unesco reconoce ocho bienes patrimonio de la humanidad en Castilla y León. Tres de ellos son ciudades que han conseguido este preciado distintivo: Ávila, Segovia y Salamanca. El Camino de Santiago (denominado “camino francés”) atraviesa la región de este a oeste. En pleno Camino de Santiago, la Catedral de Burgos es la única catedral española que tiene esta distinción de la Unesco de forma independiente, sin estar unida al centro histórico de la ciudad. Cerca de la capital burgalesa, la Unesco reconoce a los yacimientos de Atapuerca, un tesoro arqueológico de talla mundial. La lista se completa en la provincia de Salamanca con uno de los principales exponentes del arte paleolítico en Europa, el sitio de arte rupestre prehistórico de Siega Verde, y en la provincia de León con Las Médulas, la mayor mina de oro a cielo abierto de todo el Imperio Romano.
Las regiones Centro y Norte de Portugal contribuyen al patrimonio mundial con una decena de bienes. Entre estas distinciones de la Unesco se encuentran centros históricos, yacimientos arqueológicos, paisajes culturales, parques naturales y patrimonio inmaterial. Destacan los centros históricos de Guimarães (de alto valor simbólico para la identidad portuguesa ya que aquí tuvo su origen en el siglo XII) y Oporto (junto con el puente Luis I y la sierra del Pilar), y, en la ciudad de Coimbra, Alta, Sofia y su Universidad, la más antigua de Portugal y una de las más antiguas de Europa. En la región Centro, la Unesco reconoce los monasterios de Alcobaça (una de las abadías cistercienses más importantes de Europa, un símbolo del Císter) y Batalha (obra maestra del gótico final portugués, en el que apunta uno de los primeros ejemplos del estilo manuelino), y el Convento de Cristo, en la ciudad de Tomar, testimonio de un buen número de estilos artísticos y de gran importancia histórica. En el Norte portugués, además del Parque Arqueológico do Vale do Côa, destaca el paisaje cultural del Alto Douro Vinhateiro, cuyas viñas producen el famoso vino de Oporto en el valle del río Duero, la región vinícola demarcada más antigua del mundo. Se reconoce, asimismo, como bien inmaterial, la fábrica de “louça preta” o alfarería negra de Bisalhães, en el municipio de Vila Real. El último bien en sumarse a la lista es el Santuário do Bom Jesus do Monte, en Braga, un conjunto arquitectónico y paisajístico de gran singularidad.
RIQUEZA ARGUEOLÓGICA TRANSFRONTERIZA
El territorio que comparten las regiones de Castilla y León, Norte y Centro de Portugal cuenta con un enclave singular. En 2010, el Conjunto de Arte Paleolítico de Siega Verde, descubierto en 1988, fue declarado Patrimonio Mundial por la Unesco. Fue inscrito en la lista de Patrimonio Mundial como extensión del Yacimiento Arqueológico del Valle del Côa, declarado Patrimonio Mundial en 1998.
En el valle del río Côa se encuentra el Parque Arqueológico do Vale do Côa, una inmensa galería arte rupestre al aire libre, comprendida en un espacio de 17 kilómetros, que se pueden ver de forma reunida en el moderno edificio del Museo del Côa. Esta excepcional concentración de grabados rupestres del Paleolítico superior (de 22.000 a 10.000 años a.C.) constituye el ejemplo más importante a nivel mundial de las primeras manifestaciones de la creación humana. El parque arqueológico se complementa, en el lado español, con el yacimiento de Siega Verde. Este ofrece más de 500 grabados figurativos zoomorfos y no figurativos o signos abstractos del Paleolítico superior, en 96 paneles, a lo largo de 1 kilómetro que sigue el curso del río Águeda. En las inmediaciones del municipio salmantino de Villar de la Yegua, se ha construido un aula de interpretación arqueológica.
Ambos conjuntos paleolíticos representan, a juicio de la Unesco, el conjunto más excepcional al aire libre del arte paleolítico en la península ibérica. Ilustran de forma extraordinaria los temas iconográficos y de organización del Paleolítico superior, mostrando las relaciones sociales, económicas y espirituales de estas poblaciones de cazadores-recolectores del Pleistoceno tardío.
Ambas zonas arqueológicas forman parte del Itinerario Cultural del Consejo de Europa “Caminos de Arte Rupestre Prehistórico”, que agrupa a la práctica totalidad de los grandes destinos turísticos europeos basados en la Prehistoria y Arte Rupestre, en su mayor parte declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
IMAGEN: Mosteiro da Batalha (Rui Cunha – Visit Portugal)
