Los incendios no dan tregua en Portugal. Desde finales de la semana pasada hasta un centenar de focos activos han puesto al país en una situación límite. Según la previsión del Instituto Português do Mar e da Atmosfera (IPMA), el 96 por ciento de los municipios del territorio continental se encuentra en una situación de «peligro elevado» o «máximo».
Portugal suma unos 1.200 incendios desde primeros de julio que han arrasado unas 45.000 hectáreas. Se han alcanzado más de 100 frentes activos en una semana. Hay un saldo de 3 muertos y 135 heridos. Los equipos contraincendios se ven sobrepasados por la cantidad de siniestros simultáneos.
Más de 3.000 efectivos combaten los incendios que salpican Portugal de norte a sur, con especial incidencia en la región de Leiria, que han dejado más de 10.000 hectáreas arrasadas. En plena ola de calor, con temperaturas que superan los 45 grados, el foco más grave se encuentra en Ourém, donde además los fuertes vientos complican las tareas de extinción del fuego. Cuatro focos activos en los distritos de Santarem y Leiria han obligado a movilizar más de 1.100 trabajadores, 320 vehículos y 13 aviones para las labores de extinción, según datos de la Autoridad Nacional de Emergencia y Protección Civil (ANEPC).
Para controlar los focos, las autoridades han realizado más de 1.000 operativos con la ayuda de 459 vehículos terrestres y 62 aviones, dos de ellos enviados por España gracias al Mecanismo Europeo de Protección Civil activado por el primer ministro portugués.
Los incendios han obligado a cortar varias carreteras; entre ellas, se ha cortado la autovía A-1 entre Pombal y Leiria en ambas direcciones, un incendio que ha movilizado 350 operativos, 103 vehículos y dos aviones.
Según el ministerio de Administración Interna, cerca del 60 por ciento de los incendios declarados en el país este año estuvieron provocados por el mal uso del fuego, un 4 por ciento por la utilización de maquinarias y alrededor del 13 por ciento fueron provocados.
La complicada situación ha llevado al Gobierno luso a decretar el estado de contingencia -un grado más que el de “alerta”- hasta el próximo fin de semana, lo que permite movilizar recursos de forma más ágil para combatir los incendios y establece restricciones a la población para evitar prácticas que contribuyan a provocar más fuegos. La declaración del estado de contingencia prohíbe a la población el acceso, circulación y permanencia en espacios forestales. Solo los equipos de socorro podrán acceder a estos espacios.
La policía lusa ha detenido a más de 50 personas por su presunta relación con los incendios, casi el doble que en 2021.
Los incendios que han castigado Portugal en las últimas semanas han dejado tres víctimas mortales: un piloto que trabajaba en la extinción y una pareja de ancianos que tuvo un accidente con su coche cuando abandonaban su aldea para huir de las llamas.
La sombra del cambio climático
Según Jennifer Balch, ecóloga de incendios de la Universidad de Colorado, “el cambio climático no es lo único que influye, pero es una parte grande e importante”. La ciencia ha demostrado que la temperatura de la tierra viene aumentando 0,2 ºC cada año desde la década de 1980, lo que genera que los veranos ahora sean más calurosos que antes.
El fuego engulle a Portugal. En cuarenta años ha quemado el equivalente a la mitad de su superficie.
En este verano, incluso días antes de su inicio, Europa ha registrado temperaturas muy altas. La Península Ibérica es una de las zonas más afectadas por esta ola de calor en el continente. El Instituto Português do Mar e da Atmosfera (IPMA) decretó la alerta naranja en casi la mitad de los distritos del país a causa de las previsiones meteorológicas que advierten temperaturas de hasta más de 45 ºC en algunas zonas. España también está viviendo conflagraciones provocadas por el calor extremo y la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha activado la alerta naranja en diez regiones españolas, donde el termómetro podría alcanzar los 42 ºC esta semana.
CON INFORMACIÓN DE hoy.es, efe.com y france24.com
IMÁGENES: REUTERS, EFE y AFP