El Ministerio de Trabajo luso avanza que el Estatuto del Trabajador Transfronterizo, reclamado por ciudadanos de ambos países, será una realidad en 2022. El objetivo es crear una identidad propia para los trabajadores transfronterizos, con el fin de evitar dificultades como las que tuvieron lugar durante el confinamiento por Covid-19 que obligó al cierre de la frontera terrestre en varias ocasiones. El Estatuto pretende, además, garantizar que los trabajadores transfronterizos tengan acceso a los mismos servicios en ambos países.
El Estatuto del Trabajador Transfronterizo y el Centro de Economía Social Ibérico son las grandes apuestas de Portugal y España por el desarrollo transfronterizo.
Otra gran apuesta común es el Centro de Competencias de Economía Social Ibérico, que se instalará en Guarda, a unos 40 kilómetros de la frontera española de Salamanca. Con una inversión de 10 millones de euros de los Fondos de Recuperación de la Unión Europea, permitirá crear soluciones ante el envejecimiento, que serán exportadas a toda Europa. El centro contará con el apoyo de centros de educación superior, como las Universidades de Salamanca y Coimbra.
En este sentido, para atraer inversiones hacia el interior, el Gobierno luso aprobó hace unas semanas la creación de un Puerto Seco en Guarda, muy ligado al enclave transfronterizo de Vilar Formoso-Fuentes de Oñoro.
IMAGEN: Controles durante el cierre de la frontera terrestre entre España y Portugal (FOTO: Diario ABC)