Europa se seca. Las graves sequías y la escasez de lluvias han obligado a restringir el agua en los países del sur de Europa. El cambio climático se hace sentir en todo el continente, pero los efectos son particularmente alarmantes en el sur de Europa. Italia ha aprobado la declaración del estado de emergencia por la sequía en cinco regiones y provincias autónomas del norte del país, y obliga a restricciones del uso de agua potable y agrícola.
Mientras que el consumo privado de agua en la UE representa solo el 9 por ciento del uso total, alrededor del 60 por ciento lo absorbe la agricultura. En España, tercer productor agrícola de la UE, este porcentaje asciende al 70 por ciento.
La península ibérica acusa el déficit hídrico desde octubre de 2021. El presente año hidrológico encendió todas las alarmas ante la extrema sequía que ya se siente en los embalses de España y Portugal y centró los debates de la XXIII reunión de la Comisión para la Aplicación y Desarrollo del Convenio (CADC) de Albufeira, celebrada en febrero de 2022. Este instrumento rige la coordinación de los trabajos entre ambos estados para la protección y el aprovechamiento sostenible de los recursos hídricos compartidos.
En Portugal los embalses se vacían. El 97% del territorio portugués se encuentra en situación de sequía severa tras acumular un importante estrés hídrico agravado por la primavera más seca desde 1931.
España también es extremadamente seca, con dos tercios de su superficie total en riesgo de desertificación. Los suelos, antes fértiles, se están convirtiendo cada vez más en arena, sobre todo después del segundo invierno más seco desde 1961.
En la XXIII reunión de la CADC se valoraba de manera conjunta una sequía excepcional por su intensidad, amplitud y duración, tal y como señalan las agencias meteorológicas de ambos países. Esto ha llevado a las administraciones lusas y españolas a reforzar su coordinación en la gestión de las cuencas hidrográficas compartidas, Miño, Limia, Duero, Tajo y Guadiana con el fin de mejorar la protección y el aprovechamiento sostenible de estas cuencas.
Portugal en alerta roja
Con este panorama de sequía extrema, Portugal mantiene la prohibición de la producción hidroeléctrica en cinco presas del país establecida en febrero de 2022, para no poner en riesgo el abastecimiento de la población. Esta medida es especialmente relevante en un país en el que el 30% de la energía que se consume es de origen hidráulico.
Esta primera quincena de julio, además, Portugal suma un récord de temperaturas y amenaza de incendios. Cientos de efectivos combaten los focos reactivados en las últimas horas, que han dejado decenas de evacuados en el centro del país. El Instituto Português do Mar e da Atmosfera (IPMA) ha activado la alerta roja por las temperaturas previstas en ocho distritos del país ante una situación meteorológica de riesgo extremo.
El 96 por ciento de los municipios de Portugal continental se encuentran en situación de peligro muy elevado o máximo. Temperaturas elevadas y ráfagas de viento elevan el riesgo. Aún así, el 50 por ciento de los incendios se deben a causas humanas.
Debido al elevado riesgo de incendio en todo el país, Portugal accionó el Mecanismo Europeo de Protección Civil (UCPM). España ha respondido enviando dos aviones anfibios pesados, así como personal para ayudar en las tareas de extinción. Estos medios, junto con los portugueses (unos 2.300 operativos) serán movilizados para combatir los incendios declarados en la región Centro, ya asolada por graves incendios en 2017. Las autoridades piden un esfuerzo colectivo y la adopción de comportamientos seguros para que no se repita un escenario similar al de Pedrogão Grande.