En 2020 se cumple el décimo aniversario de la declaración como Patrimonio Mundial del yacimiento de Siega Verde, en la provincia de Salamanca, entre los términos municipales de Villar de la Yegua, Villar de Argañán y Castillejo de Martín Viejo, junto a la frontera con Portugal. En un magnífico paisaje, sobre las rocas de pizarra, ubicadas junto al río Águeda, se abre una de las mayores galerías de arte rupestre al aire libre de toda Europa. Artistas del Paleolítico Superior y de época Finiglaciar dejaron aquí inmortalizadas para siempre sus huellas en forma de animales y signos abstractos, expresando así la fuerza y la perennidad del arte. Estas representaciones realizadas a lo largo de un dilatado período de tiempo han perdurado hasta nuestros días desde hace unos 20.000 años.
La Zona Arqueológica de Siega Verde fue descubierta en 1989. En 2010, se incluyó en la Lista del Patrimonio Mundial, como ampliación del bien inscrito del Valle del Côa portugués. Siega Verde incluye más de 90 paneles pétreos y más de 650 grabados de la época paleolítica identificados hasta el momento. Junto con el vecino Foz Côa, Siega Verde constituye una auténtica joya arqueológica, uno de los mejores santuarios de arte rupestre del mundo.
Siega Verde fue incluido en 2018 en el Itinerario Cultural del Consejo de Europa”‘Caminos de Arte Rupestre Prehistórico” con el distintivo de Patrimonio Rupestre Europeo, constatándose así la calidad de sus servicios culturales y turísticos. Siega Verde fue el primer yacimiento que recibía tal distinción, de los más de cien que conforman este itinerario.
Siega Verde constituye un ejemplo a seguir como modelo de gestión de un enclave arqueológico, desde el punto de vista técnico y científico y desde una perspectiva social y administrativa, con una gestión participada entre las autoridades de Castilla y León, junto a los agentes sociales de la zona, y a las autoridades portuguesas del vecino yacimiento del valle del Côa.